miércoles, 25 de abril de 2007

Silencio

Esos momentos que recuerdas cuando te dices con los labios apretados, te dices que recordaras este momento o este desparramo celeste de tiempo fugado del Plan, ese Plan y no el que parece ser un mal doblado instructivo de salud, porque sabes que mirarla a los ojos no puede ser algo planeado, un derrame cualquiera, una visión rupestre y propia del azar, porque semejante instancia no puede sucederle a uno como uno, uno que tan alejado de la existencia se encuentra, uno mas y todo deberia terminarse voy pensando, cuando me acerco a la frontera en el afiebrado petrolero, es que si alguien me viera ahora asi de lustrado mis botas, no pensaria lo mucho que he dañado en nombre de los Apellidos, y vuelvo a meditar en sus ojos que parecen nunca cerrarse, como si todas las voces y todos los nidos y la Galaxia se terminara y comenzara en el pliegue de sus párpados caídos; a uno no puede pasarle esto, a uno que la vida se le escapa como si de carrera de postas se tratara, no en un momento asi, en un pasaje de la vida tan crudo como el que observas por la ventana trizada, porque este momento es un momento de plenitud, ese algo que se desliza de las colmenas corcheteadas a lo Original, donde todo es viejo y neonato a la vez, y reconfortante y sangrante y la luz lo engulle todo como albatros carbonizados y la sangre rodea los rostros pero nadie se queja ni nadie pregunta el numero de matricula del otro ni su dirección u orientación sísmica (la preferencia personal al encontrarse uno frente a frente a un movimiento de tierras, permitiendose inferir el grado de estitiquez y seguridad del sujeto, y es un metodo facil y practico como todo lo que el Gobierno del Mundo le gusta adquirir y ademas tiene grados y cinturones y sobre todo, innumerables ritos relacionados con estrellas de cine aficionadas a la mediana droga) pero se trata de cierta sangre nueva, esa sangre que agrada los corazones cansados, donde los partos se entremezclan con cada nueva salida del sol, donde una vez cada cien doscientos y nueve años se escapa un alarido novedoso que se abre paso por las dimensiones endurecidas por el olvido y su silencio, y se abren paso, y aparecen por los polos y subiendo y se pillan a las serpientes durmiendo, que lamentable, a ver llegado un poco antes habriamos jugado brisca y hablado de tanta cosa pasada, y se abren paso hasta las tierras australes, y entonces, atraviesan el hemisferio y cubren los mares oscuros y poblan los ojos adormecidos del joven sin derrotero, y no el que ahora piensa que porque es que le pasan cosas como esas, no a él, uno como tu, tu que ya sabes que hacer con el orden de las cosas que andan corriendo tan rapido, mas rapido de lo que deberia pasar y decirse las cosas la gente, si tan solo la lengua se mordiera mas, si tan solamente se respirara mas al silbar, porque piensas, mientras miras el vidrio invisible tras sus cabellos ensortijados, si es que se dara cuenta que la gente te mira con ojos de loco, desaforados todos esos locos fanaticos, que los manden lejos, que logren entender lo idos que estan, que la Nación logre comprenderte, pero no es que necesites eso, no es que te den ganas de pedir ayuda, tu no sabes como es eso, no entiendes mas que leer recuerdos en lo que tienes dentro de las orejas, recordar a tu anciana leyendo en silencio, y cortando tu carne, y recordando que te podias morir en cualquier minuto si no se corta con cuidado, y trayendo el condimento con ojos feroces, para que puedas sazonarla con cuidado y con tenedor zurdo y kurdo me vere portando los servicios y los colores del Gobierno que me mando a dormir a la casa pensaba el noño, a olfatear lenta y agriamente las esencias de los musgos venenosos provenientes, tal vez, de la casa blanca de al frente, pasando la que no tiene ventanas y los cuerpos molidos del martes o el jueves o ambos, por si solos y combinados; a quien le interesan los circulitos negros del registro, asi de negros como las balas de las metrallas pestañeando frente a sus torsos, cuando te llaman por el nombre y la firma en el reglon por favor y tan proximo a desaparecer como ellos y como los antepasados varios y como los que vendran y los otros y mis vecinos, o incluso yo, pero lo dudo. Dudo que pueda pasarme.
No seria justo. No a uno como yo. Nunca a alguien como yo.
Porque si recuerdas es porque existes, porque si bien tu existencia sea argumentada a traves de falsos instantes, si alguien te detiene en la reja cerrando el porton porque viene el toque de queda y los vehiculos blindados pintados de selva, si alguien viene y te habla callado : Recuerdas como fue cuando estabas vivo, en el otro lugar, no en este que parece todo extinto, justo como los huesos del museo, el que acaban de volar los con casco y matricula, los tesoros perdidos, las palabras fumigadas, los ancestros que lloran
en el rincon de las ventanas
esas plegadas, dando giros contra el
viento y la
corriente
se hacen tocables, como sus uñas pelando
las alcachofas
toxicas algunas, por no decir todas
las que atraviesan los vidrios
por no decir, los pocos vidrios
que quedan, te preguntas si es posible que ella entienda que tiene un objeto a su espalda, te respondes que si, porque si bien nunca lo comentare escribiendo en tu espalda frases explicativas, en sus ojos todo el universo Confluye, y si en sus ojos todo Confluye, quiere decir que el Universo habita en sus ojos. Cambias la pregunta, avergonzado, y es que que alguien podra girar la cabeza turbiamente y mirarte sonriendo pensando: Este ya se puso loco, pensando: No voy a llegar a la hora otra vez, o mutilando a su hija en secreto, percibiendo el futuro crimen con el dorso, asi como hace aquel heroe con nombre y apellido principiados por la consonante encargada de nombrar las falanges para los no-iniciados.
¿Recuerdas como era cuando aun estabas vivo?
Y responderás tonterías.
Porque, no lo recuerdas, No, no estabas muerto porque estas respondiendo, frente a la reja en su lugar y recien pintada, No puede tener razon.
Y pienso que mi nombre y mi apellido tambien empiezan con la misma letra. Y que tal vez tambien sea un heroe, yo mismo tal vez, sea un heroe tambien. No se de que rubro, y el vidrio da vueltas por la corriente que azota el omnibus, y noto que la vida ya no se me ha adelantado tanto, que logro sujetar el trozo de espejo y lo aniquilo en mi cabeza, y sangro, y alguien me ha llevado a la posta, a correr por los prados, soy libre de nuevo como mis antepasados, todos los muertos que andan llorando por ahi, en el limbo de los desolados, y me tapo los ojos carmines, escupo la ayuda de los Sistemas, y mis padres me felicitan, escapando a nuevas dimensiones, a prados verdosos, aun cuando no quiero sonar reiterativo mas no puedo pronunciar nada mas por lo rapido que se mueven mis dedos, chocando contra la puerta deslizante del servicio publico de salud. Me felicitan. He logrado alejarme del Servicio; ya no soy un esbirro mas.
Estoy esperando, afuera de la reja despedazada.
Nadie saldra a abrirme, nadie puede alcanzar la velocidad de mis dorsos manchados. La rectitud cubre mi espiritu, ahora y despues y la vida resopla, puedo ver sus pies deformados, le jalo los pelos la posta es mia la meta tan lejana desfila sus vidrios invisibles ante mi, los pisos y pisos de decadencia, el Servicio y las gotas de sangre, y la bomba saliendo de mi pecho, y el ruido, y entonces, silencio.


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sábado, 7 de abril de 2007

Plantas

Ronroneando la madrugada, las plantas, el azucar que despedian producto del haz fulminante de la unica esquina de la casa descubierta, las hojas, secas en su mayoria, mas no todas perecerian si es que me levantaba pronto, solo se trataba de doblar un cuarto de falange, un decimo de rodilla, la nunca, el hombro en posicion, como si las sabanas perdieran la diminuta pocion de lino y la nieve, que yo estuviese rodando como un sujeto de las nieves, de esos monstruos que algunos decidieron crear, y los parieron, y fue un parto natural, la expulsion fue tan gracil como mi caida elastica caida para ser un tipo de mi edad y de mi peso.
El suelo sanguinolento, se despide con un beso mediano de mi ceja, porque caer asi sobre el cemento, solo un loco podria considerarlo, medito afiebrado en el suelo por el dolor fantasma, medito sobre el destino de mis plantas, casi todas muertas todas ellas muertas del frio.
Porque la mañana, que asi le llamaban los generales del universo desde hace ya tanto, consistia en cierta masa fria, una determinada forma de solapada realidad; porque uno podria pensar que al hablar de mañana, estamos frente a la luminosidad expresada, la gracia de todos los generos combinados porque mañana, y no hoy me levantare del suelo.
Y regare las plantas.
Mis plantas.
Y podre caminar.
Saldre al mundo, y conocere
El mediodia.
Porque despues de todo, para algo deben existir las puertas.
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